¿A qué edad le puedo dar vegetales a mi hijo?

La aceptación de las verduras se juega antes de los 3 años. Las preferencias alimentarias por los vegetales se construyen cuando empieza la diversificación.

La diversificación alimentaria: una etapa clave para las verduras

Cuando el niño cumple los seis meses, su dieta cambia de la lactancia materna exclusiva a la introducción progresiva de alimentos sólidos. A esta edad, la presentación de nuevos alimentos es normalmente bienvenida. De hecho, se ha demostrado que cuanto más haya probado un niño diferentes alimentos en esta época de su vida, ¡más apreciará la novedad a partir de entonces!

La repetición y la variedad de alimentos juegan un papel importante en la formación del gusto, desde el inicio de la diversificación, y favorecen el consumo de alimentos nuevos y sobre todo de los vegetales. Hasta aproximadamente los 18 meses, los niños aceptan probar todos los alimentos que se les ofrece. Entre los 2 y 3 años, son más selectivos y «difíciles». Hacia los 4 años, se convierten en neófobicos. En otras palabras,   la apreciación de las vegetales y la variedad de vegetales consumidos se adquiere en parte a partir de los 3 años. En cuanto al número de repeticiones, se necesitarían de 8 a 10 exposiciones  para hacer aceptar un alimento a un niño de 2-3 años. Una cifra que parece ser cierta para los niños más pequeños.

 

¿Qué vegetal dar, a qué edad y en que forma?

A partir de los 6 meses, puedes darle a tu hijo una buena variedad de vegetales, en pequeños trozos de coliflor, judías verdes, calabacín, pero también coles de Bruselas, brocoli, zanahorias, e incluso berenjena, apio, hinojo, alcachofas…

Algunos ejemplos:

  • Déjalo probar una judía verde, guisantes, una rodaja de zanahoria cocida…para esperar mientras está lista la comida. ¡Es más saludable que una galleta!
  • Diviértelo con judías verdes cortadas en trozos pequeños en su sopa o su pasta. algunos ramos de brocoli.
  • El descubrimiento de varios colores lo alentará a probar.
  • La zanahoria es naturalmente suave y delicadamente dulce: es adorada por los niños, en todas sus formas. También los hará amar otras verduras: mezcladas con guisantes o en puré con patatas.