Hidroponía: un cultivo aéreo para atacar ciudades.

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Mientras, la hidroponía es una manera divertida de cultivar albahaca en vuestro balcón, también es una alternativa útil a las culturas clásicas, en varias ocasiones.

La hidroponía es una forma de horticultura fuera del suelo. Las plantas crecen en un sustrato. El agua, el oxígeno y los minerales necesarios para su crecimiento llegan a través de una solución acuosa enriquecida con nutrientes. Esta técnica tiene características que le permiten  adaptarse al medio urbano y de igual manera optimizar la producción agrícola.

UNA TÉCNICA SOSTENIBLE, ADAPTADA A LA CIUDAD

No requiere un gran espacio para desarrollarse. Y su infraestructura puede ser liviana: macetas geo textiles, bolsas, canaletas, etc.  Estas características permiten que se establezca en todos los rincones de la ciudad, como jardines, techos, balcones o incluso fachadas. Esta técnica es particularmente interesante cuando los suelos están contaminados por la polución, como es el caso en la mayoría de los suelos urbanos y peri urbanos. Los sistemas hidropónicos se pueden instalar cerca de los lugares de consumo, permitiendo de esta manera el establecimiento de circuitos cortos de distribución. La hidroponía ofrece de igual manera una mejor gestión del agua. Permite economizar 75 a 90% agua, en relación a un modelo de cultivo en el suelo.

LA HIDROPONIA AUMENTA EL RENDIMIENTO AGRÍCOLA

El productor no tiene que lidiar con los problemas relacionados con las malezas y plagas que están generalmente presentes en los suelos. Esto les permite reducir la dependencia a las insumos químicos (herbicidas, pesticidas, etc.), evitando al mismo tiempo su acumulación en las plantas y en el medio ambiente.

La hidroponía resulta en un aumento del rendimiento de entre 20 y 25%, en relación a los cultivos en suelo. De hecho, este sistema pone las raíces en espacios más pequeños, lo que permite aumentar el número de plantas cultivadas por una misma superficie.

Sin embargo, no debe olvidarse que esta técnica requiere una gran inversión y una experiencia técnica. Consume también energías fósiles, por el uso del plástico para la construcción del sistema, y la producción de fertilizantes y minerales para que el cultivo funcione.

 

Sources: Foucard, P. et al., Projet APIVA®, 2015. – Hydroponics and soil-less system, FAO.  JONES J., et al., CRC press, 2016.